
Novak Djokovic ganó en Roland Garros su título número 19 de Grand Slam. Quedó a una conquista del record que comparten Roger Federer y Rafael Nadal. Es el único tenista en la era abierta en haber ganado al menos dos veces cada torneo del Grand Slam y mantiene su superioridad en los duelos personales frente a Rafael Nadal y Roger Federer: quedó 30-28 contra Rafa y 27-23 contra el suizo; el serbio tiene, además, el record en cantidad de semanas como número uno del mundo (325). Todos números muy ajustados, con parámetros que podrían abrir la discusión sobre supremacías donde también, hay que decirlo, se mezclan favoritismos evidentes y muy instalados que no dan margen para sincerar la discusión. Acá es donde Federer principalmente, también Nadal, pero fundamentalmente el combo Nadal-Federer como sintesis de una época, monopolizan la mirada con la que se analiza el juego.
La pregunta que se abre es si desde ahora no deberíamos adoptar la perspectiva de Djokovic para describir la escena. Dejar de apreciarlo solo como la tercera pata de una mesa imperfecta y llevarlo a la categoría de dominador de este momento. No solamente por ranking, sino por un liderazgo que derrama en cada segmento en el que tenis y los tenistas suelen ser evaluados.

Algunas miradas sobre cómo ganó Roland Garros nos pueden ayudar a entender la categoría de tenista que es Novak Djokovic. El serbio jugó 27 drop shots en la final, de los cuales nueve fueron tiros ganadores. El análisis corresponde a las métricas procesadas por Craig O’Shannessy. Tsisipas, por su parte, jugó 22 drops. Los 49 que jugaron en total marcaron que hubo un drop cada seis puntos en la final de 4 horas y 11 minutos, lo que demuestra que una táctica que suele ser secundaria estuvo en el centro de la escena del partido definitorio. Aca vemos como Djokovic repartió los 56 winners que conectó en la final

Los porcentajes que vemos a continuación nos muestran la eficacia de Novak Djokovic en la final: sus 56 winners contrastan con los 42 por partido en promedio logrados en sus seis anteriores actuaciones en el torneo y lo muestra muy por encima de los 35 winners por jugador que ecualizó Roland Garros entre sus 128 participantes.

La revisión sobre cómo Novak Djokovic ganó sus puntos en la final frente a Stéfanos Tsisipas es una expresión de la versatilidad como tenista. En Roland Garros se transformó en un experto en los puntos de largo aliento, con un dominio en los rangos que van de 5-8 tiros por punto o bien en más de 8 tiros: la diferencia sobre Tsisipas en ese segmento es de un total de 20 puntos de diferencia entre ellos, con un leve dominio del griego en los intercambios más cortos. Eso se aprecia en el gráfico que se ve a continuación:

Novak Djokovic es muestra como un tenista flexible en su estilo de juego porque estas métricas podrían ser totalmente diferentes en otro tipo de campeonatos como el resto de los Grand Slam, donde jugar «poco» y agresivo es la forma más adecuada para que el serbio sea candidato al triunfo. De hecho tiene 17 títulos de Grand Slam repartidos entre Australia, Wimbledon y US Open. En cambio en París se adapta a otro tipo de esquema de juego cuando el prejuicio indica que en semifinales, Rafa Nadal sería quien se siente más cómodo en los intercambios largos. Veamos como fue la distribución de los puntos en el duelo que tuvieron. Djokovic donde más diferencia sacó fue en el rango 5-8 tiros:

También los datos contribuyen a comprender mejor cómo y por qué gana un tenista. Djokovic construyó un Roland Garros épico al sacar del juego a Rafa Nadal en semifinales y al levantar un 0-2 con el energético Tsisipas en la final. El debate que viene es que lugar tendrá Djokovic en estos tiempos del tenis. Si como una pata del «Big 3» o como el jugador al que ni Nadal ni Federer pudieron superar cuando se suponía que esta época era de ellos.
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