
Messi, el icono global número uno del deporte. Barack Obama. Russell Crowe. Ashton Kutcher. Andy Murray. Maluma. Son algunos nombres rápidos y al azar de las celebridades que confesaron su admiración por Lionel Messi y lo felicitaron por haber ganado el Mundial.Argentina levantó la Copa otra vez luego de 36 años, pero esta era del fútbol establece una jerarquía que flota en el aire y que en el fondo no ofende a nadie: primero Messi, luego Argentina. Es el propio Messi el que luego pone el asunto en orden con sus declaraciones y hace encajar su talento destacado en el contexto de un equipo, lo cual es absolutamente real.Pero la sensación de que el fútbol ahora está en armonía y se ha establecido cierta justicia, porque Messi es campeón mundial, también es muy concreta. Messi lo avala con sus números:
- Messi jugó la totalidad de todos los minutos en este Mundial. Nunca fue reemplazado ni abandonó el campo de juego en los siete partidos para ganar este Mundial.
- Messi se convirtió en el primer jugador en la historia de la Copa del Mundo en anotar en la fase de grupos, octavos de final, cuartos de final, semifinales y Final en una sola edición del torneo desde que los Mundiales tienen este sistema de juego.
- Messiestuvo directamente involucrado en 21 goles en la Copa del Mundo para Argentina (13 goles, 8 asistencias), la mayor cantidad registrada de cualquier jugador de cualquier nación en la competencia desde 1966.
- Messi ya es el futbolista con mayor cantidad de presencias en Mundiales con 26 partidos. Dejó atrás a Lothar Mattheus con 25.
- Messi marcó 26 goles en los principales torneos internacionales de Argentina (13 Copa del Mundo, 13 Copa América), la mayor cantidad de cualquier jugador sudamericano en la historia de las dos competiciones y superando a Ronaldo.
Su posteo en Instagram con la copa va camino a los 70 millones de likes y es la publicación más exitosa en la plataforma. En el altar de los likes se hacen cualquier tipo de ofrendas, pero en el caso de Messi está todo debidamente justificado: una foto de Messi con la Copa del Mundo, publicada en su cuenta, era la imagen que todo el planeta quería ver y comentar. Sucedió.
El Mundial marca la agenda
Puede parecer obvio, pero hay que marcarlo: el Mundial de Fútbol sigue robusto como acontecimiento deportivo. Sigue siendo el evento con más televidentes del planeta y de gran impacto en redes sociales. Su estacionalidad extrema en la era de los contenidos en tiempo real -se juega cada cuatro años-, lo hace perder de vista y olvidarlo pronto una vez que se desata el ritmo cotidiano de las ligas, la Libertadores, la Champions, y la comunicación diaria es organizada por los clubes.
Qatar 2022 fue un Mundial desatendido desde la perspectiva europea. Quedó en evidencia cómo se le dio la atención mínima suficiente para echar a andar la maquinaria. A medida que las selecciones europeas se marchaban -fue muy evidente con España-, los medios y hasta los consultores en Linkedin apagaron el Mundial de sus tableros de control como objeto de interés. Pero el Mundial como acontecimiento máximo del fútbol todavía es vigoroso.
Un Mundial cada dos años era desde FIFA una hipótesis para intervenir de modo fluído y constante en la conversación del fanático del fútbol. Con ese objetivo descartado, FIFA emerge de Doha con un pronóstico de 11 mil millones de dólares de ingresos comerciales para el ciclo 2023-2026 y el armado de un Campeonato Mundial de Clubes de 32 equipos para 2025.
Qatar 2022 fue la confirmación del Mundial como centro de gravedad del fútbol global. Que la Argentina lo haya ganado luego de 36 años, es garantía para la FIFA de que el suceso no se apagará dentro de un par de semanas. La intensidad argentina para mantener la agenda mundialista hasta 2026 queda confirmada.

No hay creadores de contenidos sin un mainstream que (todavía) pague las cuentas…
Creadores de contenidos, influencers y streamers fueron la Santísima Trinidad de la novedad en el Mundial, destinada atender a la fragmentación de las audiencias de esta época.Diversas comunidades fueron abastecidas con contenidos generados por sus influencers preferidos, con un dominio abrumador del modo selfie de contar emociones, Estar pareció más importante que decir. Lo conversamos bastante en nuestro canal de Twitch y pueden encontrar el video al final del texto.Los influencers no son periodistas y no están obligados a narrar hechos. Y al tiempo, hay una audiencia que no espera encontrarse con ese tipo de material. Para nosotros esa discusión está agotada hace rato. Pero no es menos cierto que para que ese ecosistema alternativo funcione y los contenidos auxiliares tengan sentido para marcas y para las propias organizaciones deportivas, todavía es necesario que exista un centro de gravedad en el que alguien compre los derechos y pague las cuentas del gran acontecimiento deportivo. Eso es tan fuerte que incluso los canales de TV que no tienen derechos pueden pasar hambre y sed de rating en el desierto de un Mundial en Qatar. Las nuevas plataformas y los nuevos actores de la escena del streaming, para poder reaccionar a situaciones y conversar con sus seguidores, precisan del evento tradicional sobre el cual oficiar como satélites agregadores de valor.
Luis Enrique como streamer fue toda una novedad sobre comunicación de un técnico y hasta modo de gestionar. Kun Agüero y su fabulosa charla con Messi y compañía en la concentración argentina será otra experiencia para recordar de Qatar 2022. Pero sus presencias ahí tuvieron sentido porque el Mundial los convocaba y para que las disrupciones puedan suceder, el mainstream de una industria que para 2024 gastará 60 mil millones de dólares en derechos deportivos, es el que sostiene a los fragmentos y las posibilidades de contenidos alternativos.Sobre cómo fue la intervención de los influencers en Qatar 2022, recomiendo este texto del newsletter Be Curious, con un buen análisis sobre la calidad del contenido generado y una mirada de largo plazo sobre esa escena.
También descubrimos que los streamers pueden ser mainstream en un Mundial.
El alcance que tuvo el streamer Casimiro con 22 partidos transmitidos en vivo en YouTube para el territorio brasileño, es otro dato fuerte del campeonato: su audiencia trepó a los 6 millones de dispositivos conectados el día que Brasil fue eliminado por Croacia en cuartos de final. El fenómeno fue relevante porque sus streams llegaban a la audiencia con hasta 30 segundos de latencia con respecto a la TV abierta.FIFA llegó a un acuerdo con la compañía LiveMode para dos acciones concretas en Brasil: ofrecer los 64 partidos del Mundial en FIFA+ al reservarse los derechos de streaming y el “modo Lab” con Casimiro para esos 22 partidos en vivo por YouTube. El experimento en Brasil funcionó. Acá si hay algo nuevo y a la vez cobijado por la propia industria. semana del Mundial.

La gamificación como estándar.
Qatar 2022 fue el primer gran acontecimiento futbolístico que puso en superficie los alcances de la realidad aumentada para potenciar la experiencia de los fanáticos en los estadios. El uso de la aplicación FIFA+ para incorporar estadísticas y datos extras al orientar los smartphones hacia el campo de juego, fue uno de los contenidos más viralizados a partir de la segunda del Mundial
La personalización de la experiencia de ver fútbol es cada vez más amplia. La app de FIFA+ también tenía un sistema multicámaras para ver los partidos, como ya lo tienen algunas transmisiones de medios tradicionales. Seguimientos individuales de jugadores, datos integrados al partido en vivo y el uso de recursos inmersivos como el video volumétrico para highlights y repeticiones, representan el caso de progreso de las transmisiones de fútbol. Todos ahora queremos verlo así.
In/Out: el Mundial de los datos y el offside semiautomatizado.
Camino a Qatar 2022, FIFA amplificaba más la conversación sobre todo el despliegue de tracking óptico para el sistema semiautomatizado del offside que de la estructura de datos que venía organizando para este Mundial. Funcionó al revés. El offside desde la visión tecnológica perdió fuerza a partir de los octavos de final y no queda muy claro -más allá de las teorías conspirativas- por qué la herramienta desapareció de la escena y volvió casi como consumo irónico para el tercer gol de la Argentina contra Francia en la final.

Quilmes se divirtió durante todo el Mundial con el gráfico en 3D del offside para crear su comunicación, luego de cada triunfo del seleccionado argentino
De lo que no hay dudas es que FIFA finalmente logró instalar un nuevo lenguaje para el fútbol con nuevas métricas y estadísticas profundas de los partidos. Sobre lo que no existía aún en el mercado, fueron reveladores los datos sobre los jugadores en “offers to receive”, que no es otra cosa que aquellos que se ofrecen como opciones de pase en un partido. El concepto en fútbol es viejo, pero no había hasta ahora maneras de cuantificarlos con certeza.

La distribución parcial y sin contexto de los datos físicos de los jugadores, en formato de metros recorridos y en que rangos de velocidades, fueron otros puntos de partidas interesantes para analizar el juego.

No hay manera de comprender a Messi si no se logra explicar por qué casi el 60 por ciento de sus trayectos en los 90 o 120 minutos los hizo caminando. Y si entendemos a Messi, terminamos de abarcar la inmensidad del fútbol, que nos dio un mes emociones y partidazos imposibles de olvidar.
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