Big Data Sports

Pelé y Maradona, dos iconos enlazados por documentales que hablan de la gloria y del espanto

Pelé y Maradona, dos mitos del fútbol mundial, quedaron enlazados en la última semana de febrero de 2021, por documentales que los separan como lo estuvieron casi siempre: la vida de uno, la muerte del otro. Maradona y Pelé fueron dos majestuosas casas matrices del fútbol como belleza, juego y trascendencia. Compartieron poco, debatieron mucho, pero en lo que hace a la producción deportiva habitaron sistemas solares diferentes. Pelé llegó antes y se irá después. Su documental en Netflix busca poner en su lugar al futbolista que maravilló al planeta desde sus 17 años. El documental de Maradona, hecho por la plataforma de noticias Infobae, organiza los primeros rastros del lodo fresco y apestoso que rodea a su muerte.

“Pelé”, en Netflix, es un documental que no logra cumplir del todo con las reglas de la época bajo la lógica de los algoritmos de recomendación: su tensión es mínima. Intenta instalar cierta incertidumbre previa al Mundial de México 70, cuando Pelé, con sus 30 años (en ese entonces un futbolista era viejo a esa edad) dudaba sobre participar o no. La incertidumbre era personal, no colectiva. “Tal vez los Mundiales no sean para mí, solamente puedo jugar dos partidos”, dice Pelé en una entrevista de 1966. Esos “dos partidos” en Chile 62 e Inglaterra 66, tienen una explicación: a Pelé literalmente lo echaron de esos mundiales a patadas. Castigarlo físicamente era la única manera de detenerlo.

Netflix estrenó «Pelé» el 23 de febrero

El otro agente generador de tensión es su lugar como figura pública excluyente, cuando la dictadura militar toma el poder en 1964 y despliega todo su terror hacia 1968: ganarse un guiño de Pelé, para el dictador Emilio Garrastazu Médici, era una forma de legitimación. Inteligentemente, Juca Kfouri, periodista, amigo y hasta vocero de Pelé, y Fernando Henrique Cardoso, presidente democrático de Brasil entre 1995 y 2002, zanjan la disputa a pesar de las comparaciones con Muhammad Alí y su alta exposición en Estados Unidos por Vietnam y las luchas sociales de los negros. Pelé queda redimido en un espacio apolítico sin dedos acusatorios que lo señalen.

El resto, que es mayoría, es una reivindicación al espacio que Pelé ocupó como el futbolista más maravilloso del planeta, hasta que Diego Maradona apareció. Es decir, durante toda la carrera de Pelé. “¿Qué va a hacer ahora?”, se pregunta un relator británico cuando Pelé recibe la pelota. Son muy pocos los deportistas a lo largo de un siglo los que despiertan esa duda en un comentarista, en función de la magia que administran.

Pelé era eso. El fútbol nunca visto y nunca antes jugado. Un modo brasileño de celebrar goles en México 70 que luego se trasladó a los videojuegos de fútbol de los grandes salones urbanos. “Tres cuartas partes de la población de Inglaterra tenían una idea tan clara de Pelé como la habían tenido de Napoleón 150 años antes…”, escribe Nick Hornby en su Fiebre en las Gradas, al contar cómo la novedosa TV vía satélite llevó al fenómeno a todas partes en México 70. El fútbol en esos tiempos era presencial y con la radio a transistores como aliada para no perderse nada. Una especie de «second screen» que iba pegada a la oreja.

El documental se las arregla bastante bien con los pocos registros de época disponibles para articular la narración: mucho de lo que se ve es material fílmico al bordede la degradación

El documental se las arregla bastante bien con los pocos registros de época disponibles para articular la narración: mucho de lo que se ve es material fílmico al borde de la degradación. Pero se logra ver lo que realmente fue: que el “Santos de Pelé” y luego “Brasil del 70” fueron “fútbol brandeado” que recorrió el planeta con presencia física, en nombre de toda la globalización posible de ese momento. Pelé hizo conocido al Santos, a Brasil y a la línea área Varig. Hizo desde Sudamérica lo que Los Beatles desde Gran Bretaña: dominar la época los cultural y deportiva desde la creciente influencia de los medios de comunicación. Así como Los Beatles cerraban actuaciones por doquier, el Santos de Pelé no estaba encapsulado en los calendarios brasileños para jugar. Su cancha era cualquier cancha del mundo. Mientras el documental recorre la galería de recuerdos futbolísticos, en un momento parece que el fútbol era un deporte donde los equipos de Pelé siempre ganaban 5 a 2.

No hay abundancia de material fílmico como en “The Last Dance” o “Maradona” de Asif Kapadia para reinventar una historia que contenga misterio y tensión dramática. El documental de Netflix se vale de un Pelé todavía testigo de su propia épica, reunido con viejos compañeros del Santos y sin conflictos que hagan dudar sobre su bondad y destino en la Tierra. “Pelé” recupera a Pele y lo hace bien. Pone en un sitio luminoso a un futbolista increíble. El documental ni se detiene en la imagen del brasileño, alimentada desde la Argentina, como un personaje «vendido a las multinacionales». Una construcción forzada para consolidar un maradonismo sin límites que en el camino minimice la figura de Pelé, cuyo Everest fue el comentario del propio Maradona sobre los inicios sexuales de su antagonista regional y mundial.

Desde ya que al tratarse de un documental original de Netflix, la conversación global comenzó a cambiar y esto es lo que sucedió con las búsquedas globales sobre Pelé durante febrero y su comparativa con respecto a Maradona. Netflix es Netflix: el interés por Pelé crece hasta el cielo al momento de ser estrenado el documental el pasado 23 de febrero.

Tendencia global y comparativa entre Pelé y Maradona en febrero

“La muerte de Maradona, sus últimos días”, por su parte, es un descenso a la oscuridad total y sintetiza la peor manera de ver partir a un ídolo. Los 34 minutos del documento periodístico presentado por Infobae ofrecen una pestilente telaraña de mensajes de WhatsApp, donde la mala praxis médica no constituye un error sino la condición necesaria para gestionar la vida cotidiana del futbolista. Si alguien fuera mal pensado, supondría que el ídolo estaba en manos de un comando parasitario obsesionado con el saqueo de bienes y servicios, bajo la firma e imagen del 10.

Maradona el día de su cumpleaños 60: la última vez que pisó una cancha (Captura TV)

Los audios son microconfesiones ordenadas en tiempo y espacio para darle vida a lo que vino luego de la muerte: la salida a la superficie de unos nadies dedicados a adormecer la voluntad de un castigadísimo Diego Maradona, para distanciarlo de sus afectos y de cualquier impulso personal hacia la toma de decisiones. Los audios revelan estrategias diarias para mantener dopado al león en su jaula; los dueños del zoológico bajan línea para organizar esa mezcla de sueño de alcohol, drogas recetas y de las otras, para que ocasionalmente, el último rey mítico de la selva del fútbol, se asome a los posteos de Instagram con videos de espontaneidad impostada. El fabuloso documental de este horror sonoro se completa con entrevistas. Viejos habitantes de la intimidad maradoniana ahora son los nuevos sorprendidos. Guillermo Cóppola contesta cada pregunta haciendo otra nueva; abre los brazos y dibuja en el aire un gran “¿qué querés que te diga…?”. Solo le falta mirar la hora mientras conversa.

El tratamiento de estas filtraciones del juzgado que hilvanan la historia es el secreto de este documental prolijo, necesariamente lineal para entender bien la secuencia temporal y sin efectismos que distraigan. “La muerte de Maradona…” también demuestra que el contenido es el rey: cuando tiene potencia y sentido, cuando informa con rigor, aún cuando como todo documental organiza la visión en función del camino que desea que el espectador siga, un sitio de noticias puede ser un gran lugar para presentar esta producción. El documental de Infobae sobre Maradona tranquilamente podría estar en Netflix.

El contenido es el rey: un sitio de noticias es también un gran lugar para presentar esta producción. El documental de Infobae sobre Maradona podría estar en Netflix.

La investigación continúa ,y como “work in progress” que es, las nuevas revelaciones pueden facilitar la actualización del documental. Las actuaciones judiciales en la Argentina tienen su propio guión: las pruebas incriminatorias se ventilan, las audiencias se indignan, pero las sentencias rara vez llegan. En los próximos días se materializará una convocatoria popular para reclamar justicia por la muerte de Diego Maradona. El pedido mayúsculo es el de conseguir una condena social para los involucrados y los presuntos involucrados. Maradona, el ídolo que engloba varios aspectos del modo de ser argentino, su misma muerte, recibe el trato habitual para uno los males cotidianos del país: que la justicia sea siempre una deuda incobrable.

Te invitamos a escuchar este episodio de nuestro podcast de septiembre de 2017, cuando Pelé y Maradona lanzaron sus perfiles oficiales en Instagram.