Big Data Sports

Chat GPT, notas algorítmicas y clickbait: la originalidad en el futuro de los contenidos deportivos

La primera reacción es preocuparse. Impacta copiar y pegar una tabla numérico sin formato, pedirle que escriba un artículo y que el resultado sea lo bastante bueno como para publicarse y salga mucho más rápido que cualquier producción humana.

El alivio llega cuando se detectan errores, pero dura poco: si se ajusta la extracción de datos puede que la nota quede impecable. 

La teoría conspirativa no tarda en llegar. Hace años que buena parte de los grandes medios piden que los textos sean cortos, directos y cuyo contenido pueda desmembrarse en bullets, insights, facts, emergentes o como lo que queda del manual de estilo quiera nombrarlos.Te obligan a escribir corto, directo, porque “nadie lee” aunque se vendan màs libros que nunca. Estaban preparando el camino.

Existe también otro tipo de nota recurrente, la que alarga un tweet y tiene un título clickbait, generalmente en forma de pregunta «¿Cuántos goles necesita Mallorca para pasar de ronda?» La nota tiene dos párrafos de generalidades, y el tercero, como al pasar, lo que estamos buscando, que a veces ni siquiera es una contestación directa o un dato nuevo sobre la pregunta inicial: “Mallorca tiene que hacer más goles que su rival”.

«¿Cuántos goles necesita Mallorca para pasar de ronda? Dos párrafos de generalidades y en el tercero leemos: ‘Mallorca tiene que hacer más goles que su rival’. Eso es clickbait»

Reducir los detalles o alargar uno solo: la fórmula de las notas diarias es más o menos esa.

La producción en masa de artículos cortos, con palabras claves, posicionamiento SEO y todo lo que hay que saber para tener clicks, ocupa gran parte del contenido de los portales deportivos y de los otros. No son pocos los redactores que pasan gran parte de su jornada generando ese contenido mìnimo, prefabricado, directo y masticado que no deja lugar a nada. Ese es, justamente, el contenido más fácil de automatizar. 

¿Los pusieron a cavar nuestra propia tumba? Es tentador (y clickbaitero a full) caerle a los protagonistas de los medios por ese lado: que no la vieron venir, que se dejaron estar o que fueron detrás de clicks y no de contenido. Dar cátedra por ese lado sería omitir el nivel de precarización y presión en el cual se desarrollan esos oficios, y asumir que es por torpeza o falta de visión que desestimaron la automatización, oculta las largas jornadas de angustia y el fastidio por la generación de contenido repetitivo de quien ve mermada sus posibilidades y no puede hacer mucho al respecto. Las instituciones se imponen.

Sports Soccer Data para la IA Mindjourney

Las notas algorítmicas que venden las empresas de datos, ya habían mostrado la capacidad de la industria para automatizar esta clase de contenido, aunque lo hacían de una manera un poco más rústica, especialmente en español. La inteligencia artificial, sea Chat GPT o la que termine por consolidarse como  referencia, lo lleva al siguiente nivel.

Sin embargo, esos artículos, los de los periodistas automatizados y la inteligencia artificial, no dicen nada. Y ahí está la buena noticia, el futuro de la tecnología no siempre tiene que ser terrible para la humanidad.

En un contexto de notas generadas con un mismo algoritmo, los editores deberán revisar el manual o incluso armarlo de nuevo, la impronta, el detalle y la personalidad podrían volver a la titularidad si no queremos leer lo mismo en todos lados. 

La industria ha demostrado una capacidad histórica para adaptarse a los cambios en la tecnología, como lo ha hecho con la popularización de las enciclopedias, el lanzamiento de Encarta, la expansión de internet, la llegada de Google y la adopción de los teléfonos móviles como una extensión de nuestro cuerpo. Ahora, con el advenimiento de la inteligencia artificial, la pregunta no es si la industria se adaptará, sino cómo podemos influir para que este proceso de reorganización sea beneficioso para todos.

El surgimiento de estas tecnologías ha disminuido el valor del copypasteo y el clickbait, ya que se han convertido en trucos dominados por todos. Si no nos asustamos los cambios, podemos descubrir que este nuevo escenario aumenta la importancia de la originalidad en la investigación y valora la claridad en la narración de historias. Al mismo tiempo, nos brinda la oportunidad de basar estas historias en datos más profundos que anteriormente solo estaban disponibles para unos pocos, al mismo tiempo que simplifica algunas de las partes más tediosas del proceso, como la recopilación, organización y sumarización.

En el deporte. iniciativas como The Athletic, The Analyst, incluso Big Data Sports, ya muestran que hay un público abierto a artículos largos, llenos de detalles e investigación detrás. Hay motivos para creer que esta tendencia irá en crecimiento si la respuesta genérica está a un click (o un mensaje de voz) de distancia. Existen razones para creer que, con más recursos a nuestra disposición y una audiencia cada vez más informada, los mejores contenidos están por venir. 

Enojarse no funciona. Ir en contra de las nuevas tecnologías tiene tanto de quimera como de contraproducente. Angustiarnos no nos lleva a ninguna parte. Por una vez, es importante entender que la pelota de la generación de contenido de calidad, ha quedado del lado de los creadores y que aún queda mucho por hacer.