Big Data Sports

Boca, River, Nacional y qué es tener un proyecto de cantera

Cuando Iván Alonso llegó a Nacional como gerente general en 2018, tomó una decisión drástica: redujo a la mitad el presupuesto mensual de fútbol. La economía ardía, y el diagnóstico del responsable deportivo fue quitarle recursos al core del negocio. No improvisó. Nacional venía de ganar la Copa Libertadores sub-20, y había varios juveniles en alza que pedían minutos. “Queríamos dar vuelta la pirámide: convertirnos en un club formador, y eso implica poner a los juveniles”, cuenta Alonso, uno de los entrevistados para la segunda temporada del podcast Directores Deportivos, que saldrá a finales de abril.

Nacional los puso y la apuesta dio frutos: salió campeón Uruguayo en 2019, ganó el Intermedio 2020 y se metió entre los ocho mejores de la última Copa Libertadores. Actualmente el 81% del plantel está compuesto por jugadores criados en la cantera. Algunos son claves: Gabriel Neves, Mathías Laborda, Emiliano Martínez, Guzmán Corujo y Thiago Vecino. “Es que en el contexto sudamericano tenemos que ser un club formador y exportador”, dice Alonso. Nacional formó y exportó: en los últimos dos mercados de pases juntó 15 millones de dólares por las salidas de Santiago Rodríguez, Matías Viña y Christian Oliva.

El análisis de Alonso es trasversal a las instituciones de la región: aunque haya varias formas de jugar, todos los equipos sudamericanos están (o deberían estar) obligados a formar talento autóctono. Los clubes de Conmebol, según el informe de FIFA TMSvendieron por 595.7 millones de dólares en 2020. Necesitan ese dinero para competir, y lo necesitan para acomodar las cuentas.

Los ingresos por transferencias son considerados extraordinarios, pero en Sudamérica son vitales.

Pautas claras: la primera base de un club formador

Hay varias métricas que sirven para entender cuánto apuestan los clubes sudamericanos por los juveniles. El Football Observatory del CIES presentó esta semana una actualización de su habitual análisis de las ligas de Argentina, Brasil, México y Chile. El informe estudia juveniles y contrataciones. Argentina mostró una estadística saludable: el porcentaje de minutos disputados por futbolistas formados en los clubes donde juegan subió un 11.8%. Pasó del 22.5% en 2019, al 34.1% en 2020. Banfield encabeza el ranking general: es el club que más apuesta por los suyos. El 76.1% de los minutos los jugaron sus productos formados en casa, un 10.3% más que Lanús, que está segundo.

Banfieldcomo contamos en este artículo hace algunas semanas, confía mucho en sus juveniles. El modelo es redituable: fue finalista de la última Copa Maradona y generó dinero caja con el talento que formó. Vendió a Jorge Rodríguez, Agustín Fontana y Claudio Bravo, los tres en 5.9 millones de dólares. Esperan una oferta histórica a mitad de año por Agustín Urzi, Martín Payero o Giuliano Galoppo, tres jugadores catalogados internamente como de elite europea. Al plan le dieron continuidad: le renovaron el vínculo a Hugo Donato, el coordinador de las divisiones inferiores, por tres años más.

La continuidad es la viga del éxito de un proyecto de inferiores. Independiente del Valle sabe de qué se trata mantener un plan. “Estar aislados de procesos políticos que puedan generar cambios significativos a nivel de club, visión y estrategia nos da estabilidad dirigencial. Eso nos permitió mantener un rumbo, con los ajustes que va demandando la realidad, pero con una idea muy clara”, explica Luis Roggiero, su director deportivo, en esta entrevista. Independiente del Valle es el último campeón de la Libertadores sub-20, y acaba de transferir a Moisés Caicedo, un mediocampista de 19 años, al Brighton inglés por 5 millones de euros. 

Uno de sus secretos está en la definición de conceptos. Independiente del Valle forma jugadores competitivos, y esa idea es clara en la institución: “Un futbolista competitivo es aquel que tiene las herramientas para resolver los desafíos que le propone el juego desde el punto de vista táctico, técnico y mental. Buscamos formar jugadores competitivos porque eso les dará la posibilidad de adaptarse a lo que pida nuestro primer equipo y lo que le demande cualquier otro cuerpo técnico que no esté dentro de nuestra institución”, explica Roggiero. El proyecto se hila con principios básicos de juego: todas las inferiores aplican los mismos siete patrones. El plantel superior puede cambiar el sistema, pero la idea es la misma.

Eso se llama identidad, y eso facilita la adaptación de los juveniles en el plantel profesional.

Continuidad y pautas claras de juego: el modelo River

River también se caracteriza por la continuidad de su proyecto deportivo. Marcelo Gallardo lleva siete años como entrenador principal, y Gustavo Grossi, el director deportivo del proyecto infanto juvenil, cinco. Sinónimo de escuela de fútbol, River definió una idea de juego que atraviesa a todas sus categorías: “Somos un equipo protagonista, de ataque y presión ofensiva. Buscamos jugar con los laterales casi como extremos, que los centrales presionen bien lejos del arquero, tener volumen de juego en la mitad de la cancha, pero siempre con el pase ofensivo. La idea es la tenencia de balón y no apostar al contragolpe”, explica Grossi, consultado para este texto.

Hay perfiles de futbolistas que van en línea con lo que se cristaliza en el primer equipo: “Buscamos jugadores creativos en el campo: laterales ofensivos, un volante central que pueda jugar solo, un 9 bien centralizado y un punta capaz de moverse por todo el frente de ataque”, dice el responsable de formación de River. A diferencia de lo que ocurre en otras instituciones, no hay un sistema táctico obligatorio para las inferiores: se puede usar el 4-3-1-2 o el 4-1-3-2. Lo que está prohibido es defender con tres defensores –porque buscan formar laterales- o atacar con un tridente. “En la Primera las alternativas son más amplias porque hay una necesidad de ganar”, aclara Grossi, que también sentencia: “En River no se negocia la idea: un entrenador campeón de su categoría que se va de nuestra idea madre de juego, queda afuera del proyecto River”.

Si siempre se habla del famoso 3% de futbolistas de inferiores que consiguen llegar al primer equipo, en River ese número se duplica: según un reporte al que tuvo acceso Big Data Sports, el 7.5% de los jugadores surgidos en el club que se transforman en profesionales lo hacen con la banda roja puesta. En base a otro informe al que accedió Big Data Sports, a octubre de 2020 había 135 futbolistas profesionales criados en River. De ese total, solo 12 permanecían en el club. De los 123 que en ese momento estaban en el exterior, el 70% se fue antes de disputar más de 10 partidos en primera, y el 48% partió sin debutar.

Argentina, Italia y España, los que reciben más ex River. En total son 23 países.

El proyecto apunta a tener el 50% del plantel formado en Núñez. Pueden ser jugadores como Germán Lux, formado hace varios años, o Santiago Simón, uno de los últimos debutantes. En enero estuvieron cerca del objetivo: alcanzaron el 47%. “Ahora ese porcentaje bajó por las incorporaciones. Estamos en una transición. Pero las llegadas son importantes para jerarquizar a los juveniles”, indica Grossi.

Cambios y vara alta: el escenario de Boca

Si Banfield lidera una métrica saludable, Boca encabeza una que debería hacer ruido interno. Hay una idea instalada en el sentido común y es que Boca forma para otros. Y los datos, en esta ocasión, avalan la premisa: fue, por lejos, el club que más futbolistas formó en las ligas analizadas por el CIES. Hubo 48 jugadores surgidos de Boca con participación en los campeonatos analizados. El segundo proveedor fue Santos con 38.

El número de producción Xeneize es bestial, pero la correlación con los que se desempeñan en su primer equipo es bajísima: solo siete permanecían en el plantel de Miguel Ángel Russo a fines de diciembre 2020, cuando se cierra el informe. Nicolás Capaldo, Agustín Almendra, Agustín Obando, Manuel Roffo, Alan Varela, Carlos Tevez y Guillermo Fernández, que dejó el club a fin de año, eran los sobrevivientes. Capaldo, moldeado en Casa Amarilla, fue el único titular la final de la Copa Maradona ante Banfield.

Hay muchas variables para cruzar en el análisis. La primera es la falta de continuidad. Desde enero de 2017 hasta la actualidad pasaron cuatro coordinadores de divisiones inferiores: Coqui Raffo, Claudio Vivas, Oscar Regenhardt y Carlos Navarro Montoya. Cada uno implementó un sistema de trabajo. Cada uno hizo grandes cambios. Actualmente el cargo está acéfalo. Vivas, en 2018, decía: “En Boca hay buenos jugadores, pero no diferentes”. En ese momento, su diagnóstico era que “para jugar en la Primera de Boca hay que tener condiciones óptimas, marcar una diferencia y ser mejor jugador de lo que uno puede tener en el mercado”.

Nicolás Burdisso conoce bien los pasillos de Boca: surgió de las inferiores, fue un futbolista destacado en el club y triunfó en Europa. Después regresó como Director Deportivo. La dirigencia lo buscó como cabeza para implementar un proyecto deportivo que se alimente de la formación de talento propio. Su gestión promovió a varios futbolistas al primer equipo, y nutrió con 70 futbolistas a las divisiones inferiores.“Es que el talento en Argentina lo conseguís en tus inferiores. No lo podés traer de afuera: lo tenés que generar. Por eso lo tenés que proteger, forjar, cuidar y potenciar”, dice marcando su filosofía de gestión.

“El club sufrió muchos cambios en el último tiempo, y eso impidió darle continuidad a un proyecto claro en las divisiones inferiores”, analiza el dos veces campeón de la Copa Intercontinental. Él no tuvo trabas: acompañó el crecimiento de Capaldo, Almendra y Marcelo Weigandt, que ahora se destaca en Gimnasia. “Pero también hay una vara muy alta: Boca hoy no dispone del mismo tiempo que tienen otros equipos para darle rodaje a sus chicos. Está cargado de obligaciones y ese contexto no es el ideal para que se desarrollen. En ese sentido es fundamental el rol del entrenador, de los referentes del plantel y del director deportivo, como responsable del proyecto técnico, para contenerlos. El director deportivo debe generar protección para que los juveniles den el salto y se afiancen”, señala consultado para este trabajo.

El paso final: la venta.

Los clubes necesitan vender a sus prospectos para lograr sustentabilidad. “Nuestro modelo de club necesita sí o sí poner a los jugadores. No se sostiene sin los chicos en cancha”, dice Sebastián Peratta, Director Deportivo de Newell’s, en esta charla con Big Data Sports. Ponerlos para venderlos. Rosario Central –que tuvo en Rodrigo Villagra al segundo futbolista sub-21 con más porcentaje de minutos en el análisis de CIES– apunta a convertirse en garantía de calidad para el mercado europeo. Rembert Vromant, director de Visoría de Pachuca, dice que en la búsqueda de talento piensan “primero en jugadores que se destaquen en México, y que tengan condiciones para competir en Europa”.

Villagra disputó el 90.5% de los minutos de Rosario Central en el segundo semestre del 2020. Solo lo superó Joaquín Indacoechea de Aldosivi, que jugó el 92.5%.

Sudamérica no puede dormirse. Hay un dato de Big Data Sports que ilustra el escenario: el número de argentinos en las Big-5 venía en baja desde la temporada 2017-2018 hasta la actual, que comenzó confirmando la tendencia pero subió en el último mercado de invierno. Los argentinos pasaron de 103 a los 82 que hay actualmente. Son 21 jugadores menos que el año pasado, y 28 debajo del pico de 110 que se alcanzó en la 2014-2015. No es el único indicador alarmante. En 2019-2020, los argentinos tuvieron la menor cantidad de promedio de minutos por futbolista en los últimos 20 años, y esa métrica también viene decreciendo. Es decir: al argentino no solo lo compran menos, si no que también le dan menos protagonismo.

El contexto cambió. No descubrimos nada. Aparecieron nuevos países productores y PortugalHolanda y Bélgica empezaron a quitarle espacio en las cinco ligas más importantes. Todas tuvieron un plan. Sudamérica y sus clubes necesitan el suyo. Y deben diseñarlo desde sus inferiores.

*Este texto salió en nuestro newsletter de cada jueves. Si todavía no lo recibís, podés suscribirte acá: shorturl.at/ktGK1