Kevin De Bruyne firma su renovación de contrato con Manchester City hasta 2025 luego de respaldarse en el análisis de datos para ofrecer dos variables: qué aporte puede darle él mismo al club en ese lapso y qué chances de éxito puede tener el Manchester City en el mismo período. Proyección de indicadores de rendimiento para renovar un acuerdo, tal como se hace en cualquier industria. La novedad aquí es que sea el jugador el que «reclama» datos para medir sus conveniencias, cuando sabemos que los clubes que tienen sus estructuras técnicas afianzadas son los que usan data para analizar la continuidad o no de un futbolista.
Tal vez este sea el otro lado del espejo para entender el final de ciclo de Sergio Agüero en Manchester City: mirar la movida de De Bruyne para deducir que análisis de datos hizo el City con un futbolista tan emblemático y consustanciado con su crecimiento, títulos y expansión global. Guardiola lee los datos como nadie. De todas maneras, en el fútbol suele decirse que ya está todo dicho o hecho. Qué los esquemas, las tácticas y las revoluciones no son tales, porque siempre aparece un peso pesado a advertirnos que donde vemos novedad, en realidad no la hay.
Juguemos hoy ese papel. Lo que De Bruyne hizo para si mismo ahora, ya lo había hecho Arsene Wenger con Dennis Bergkamp: basarse en datos para tomar una decisión. Wenger se relacionó con los datos de rendimiento como técnico del Mónaco. Expandió sin límites ese interés cuando llegó al Arsenal en 1996. Un hecho histórico marca la sintonía del entrenador francés con la época que le tocó vivir: ese mismo año, el término «Ciencia de Datos» se utilizó oficialmente por primera vez en una conferencia de académicos en Kobe, Japón. Comenzaba ahí un debate que todavía sigue sobre cómo abordar a un campo interdisciplinario dedicado a recolectar, analizar y modelar datos. Wenger, con sus «floppy disks», ya estaba en tema cuando iniciaba ese ciclo inolvidable en Arsenal.
El diseño de los entrenamientos, la política de contrataciones y el análisis del juego tuvieron una base científica en el trabajo de Wenger en Arsenal. La combinación de esquema organizado y libertad individual no fueron otra cosa que el producto del conocimiento extraído de las estadísticas. En 2011 el equipo contrató a una compañía llamada StatDNA dedicada al análisis de datos. Además del costo por sus servicios, el club le pagaba 250 mil dólares extras para asegurarse que las métricas no fueran a parar a equipos rivales. En 2014 Wenger le pidió al Arsenal que directamente comprara la compañía. La operación se cerró por 4 millones de dólares.
Fue entonces que Dennis Bergkamp, jugador del Arsenal entre 1995 y 2006 y leyenda del club, experimentó el método del DT francés en carne propia. En su biografía publicada en 2013, describe así su salida del club: «Usó estadísticas conmigo y una vez le dije: ‘¿En qué lugar de tus estadísticas dice que cambié el juego con un pase asesino?’ Me dijo: ´Corrés menos en los últimos 30 minutos, corrés más riesgo de sufrir lesiones, y tu ritmo está bajando´. Eso era lo suyo. ‘Estás bajando el ritmo’, me decía. Pero de nuevo comenté: ´Soy yo quién puede hacer una diferencia para vos..’ . Wenger me contestó: ‘Solo pensás en vos mismo´ ¡Así qué yo era el malo…!». Fue el final de la carrera de Bergkamp como futbolista.
Algún día se darán cuenta, pero los clubes suelen pagar contratos por los goles hechos, por los quites pasados y por los pases filtrados ya consumados
La evolución del uso de los datos pone el «caso» De Bruyne, con toda justicia, como un nuevo prototipo. Los datos a favor del jugador. Un elemento extra que se agrega a la historia es que el belga no tiene un agente, negocia por las suyas y utiliza el respaldo de los datos para conversar sobre su futuro en las oficinas del City. El mensaje a futuro es que agentes y futbolistas deberán aprender a manejarse con datos para explorar sus opciones. Algún día se darán cuenta, pero los clubes suelen pagar contratos por los goles hechos, por los quites pasados y por los pases filtrados ya consumados. Premian con un contrato a futuro por todo aquello que quedó atrás. Eso fue lo que hizo De Bruyne: demostrar con datos que su valor agregado estará en los partidos que todavía no se jugaron.
Follow Me