
FIFA tiene más sorpresas más allá de la construcción de consensos para instalar un Mundial cada dos años. La organización madre del fútbol analiza descentralizar sus operaciones del cuartel general de Zurich. Ya abrió una oficina en París y tiene previsto abrir otras en diferentes regiones. Dos de sus mostradores podrían estar en Estados Unidos, uno en cada costa. De materializarse esta iniciativa, la oficina del Oeste podría estar más cerca de la factoría de EA Sports, basada en California. FIFA se multiplicará como organización mientras su videojuego insignia concentra en la actualidad todo el simbolismo de la globalización del fútbol.
El fútbol “sacó del medio” en el inicio del siglo XXI con la misión de escalar la globalización a todo nivel. La FIFA estaba en el centro de esa escena y sobre ese sol giraban el resto de los planetas: clubes, seleccionados, marcas y medios de comunicación. El fútbol como contenido era el vector de toda esa transformación. Veinte años más tarde ese ordenamiento está alterado, el mensaje está absolutamente fragmentado y el fútbol como deporte no es el insumo central de toda esa arquitectura. Ya no es “fútbol” lo que se vende, como era el mandato desde los tiempos de Joao Havelange, sino que el fútbol es un vehículo más para ofrecer otros activos. PSG como marca de estilo de vida y la unidad de negocios Barcelona Studios para convertirse en una factoría de entretenimiento, pueden servir de ejemplos de lo que queremos explicar. El fútbol como deporte queda en un plano secundario.

La globalización del fútbol ha sido tercerizada y está en manos de un videojuego nuevamente actualizado desde el pasado 1 de octubre: FIFA 22. Cada año que EA Sports lanza una nueva versión de su franquicia se aprecia con nitidez cómo los entornos digitales se adueñaron del fútbol como expresión. FIFA 22 es el concepto que aglutina al fútbol como fenómeno único. Clubes y organizaciones que hoy defienden intereses contrapuestos, se encuentran en ese hub donde las estrellas, las leyendas, las camisetas y los fanáticos hablan el mismo idioma. Y quien no está ahí, sobrevive en lo que agrupa Konami con el eFootball, a.k.a Winning Eleven y Pro Evolution Soccer.
Alcanza con ver el trailer del lanzamiento del FIFA 22 para entender esta nueva dimensión: los futbolistas desaparecen del mundo real y se vuelven digitales en el campo del videojuego.
En la semana del lanzamiento, EA Sports Latinoamérica alineó la comunicación de clubes de toda la región. Un mensaje único amplificado y silencio momentáneo para cualquier otra acción de los clubes. El subtexto sería: “Salió el FIFA 22 y nuestro club está ahí. Hoy nada más importa”. Los fanáticos escuchan esa melodía. Los clubes de Latam corporizan sus sueños de internacionalización a través de la franquicia. Es la sensación de pertenecer a una élite en la que, en verdad, hay 700 clubes de más de 30 ligas.
Las nuevas generaciones experimentan su vínculo con el fútbol a partir de jugar al FIFA. Una sensación de estar involucrados con el deporte pero que se materializa solamente en los espacios digitales. Juan Lomanto, periodista especializado en videojuegos, nos ayuda a presentar la idea en una conversación del podcast de esta semana. “Creo que es así. Es muy probable que esa sea la relación que tengan con el fútbol: solamente a través del videojuego. Yo tengo 30 años, pero aquellos chicos que tienen menos de 23 es muy probable que no miren un partido completo y todo lo que sepan de los jugadores lo conozcan a través del FIFA. Yo mismo cambié mi relación con el fútbol real: miro a mi equipo que es River, miro a la Selección, pero ya no miro todo el fútbol”
EA Sports presentó a su acorazado de los videojuegos de simulación deportiva en 1993. La franquicia lleva vendidas 325 millones de unidades. Pasaron 28 años del lanzamiento y en la actualidad -según datos que maneja FIFA-, más de la mitad del planeta es menor de 30 años. Existen generaciones que crecieron con el videojuego FIFA como su primer contacto con el fútbol en cualquiera de sus formas y que tienen el entorno digital como elemento principal de interés. No son poblaciones que hayan incorporado al videojuego a la cultura del fútbol, sino que comenzaron a construirla a partir de esa inquietud. Una consola como regalo de cumpleaños en lugar de una pelota.
Jugar este fútbol digital entre amigos es algo que FIFA 22 podría garantizar con mayor precisión en el futuro: Electronic Arts acaba de patentar una tecnología que permitirá recomendar la conexión entre contactos cercanos como sucede en las redes sociales. La afinidad llegará por nivel de juego, tipo de consola utilizada y que variante del FIFA elige cada uno de los gamers.
FIFA 22, según los expertos, no llega como un juego revolucionario. Pero los mismos especialistas dicen que la inversión anual está justificada. Los datos iniciales de venta en Reino Unido, primer mercado que suele dar cifras en cada lanzamiento, marcan que FIFA 22 es el videojuego más vendido del año. Y aunque las ventas en formato físico están en descenso (42 por ciento menos en 2021 con respecto a 2019), las descargas del título superan por segundo año a la venta del juego en caja. “Todo indica que Konami con el eFootball tiene más oportunidades en el mobile que el FIFA. Esa podría ser una buena opción para Konami”, reflexiona Lomanto como solución para la compañía japonesa que pierde literalmente 15 a 1 en ventas frente a EA Sports.
Del gaming consolidado a la batalla por los esports
FIFA y Electronic Arts anunciaron un nuevo programa de deportes electrónicos del FIFA 22 con el que estiman atraer a decenas de millones de jugadores y espectadores. Contará con competiciones con enfrentamientos uno contra uno y por parejas. Los jugadores se representarán a sí mismos, a organizaciones de deportes electrónicos mundialmente reconocidas, a clubes de fútbol del mundo real y a sus naciones, en un conjunto variado de eventos de eSports del FIFA.
Las tres competiciones protagonistas en el ecosistema de deportes electrónicos ampliado son la FIFAe Club Series 2022, la FIFAe Nations Series 2022, y la EA SPORTS FIFA 22 Global Series “Rumbo a la FIFAe World Cup 2022”. Este andamiaje de competencias y el modo en el que FIFA como organización promueve el videojuego que la representa, hace más natural la idea de que el fútbol, en su versión digital, es más que un nuevo vertical: es otro activo que FIFA administra como propiedad deportiva. En 2020, sus ingresos fueron de 266 millones de euros y 158.9 millones correspondieron a licencias digitales.

FIFA 21 fue el séptimo videojuego más buscado en Google en 2020. La cultura gamer que tiene como epicentro al FIFA tiene su correlato en la innumerable cantidad de playlists en Spotify. La música del videojuego es un emblema de la franquicia desde que EA Sports hizo un rebranding de la identidad visual y sonora del FIFAe, la estructura competitiva del juego. Este año, en la semana de su lanzamiento, los canales de Twitch con streamers que generaron contenidos dedicados al FIFA 22 ocuparon el sexto lugar entre los videojuegos y representaron el 4.3 por ciento de los streams vinculados al gaming.
Algunos especialistas aseguran que estamos ante la última versión paga del videojuego y que el FIFA 23 será “free to play” para que los jugadores lo consigan de forma gratuita y luego ingresen en una cadena infinita de micropagos como hacen los publishers con otros juegos como Fortnite y más recientemente Call of Duty.
FIFA es una organización que no tiene “al FIFA” como un brazo digital de sus activos sino que abarca otra versión del fútbol que en lugar del césped se despliega en consolas, computadoras, tablets y en menor medida en los smartphones. Esta versión digital del juego y una transición cada vez más acelerada hacia los esports demuestran que FIFA ahora administra el deporte en otra de sus formas. Las intervenciones artísticas que remiten al fútbol callejero, igualador de oportunidades, cultura de barrio de cada rincón del planeta, comunican al videojuego FIFA 22 como catalizador de esos deseos. ¿Sueñan los niños con ser futbolistas o sueñan con ser gamers? Es más visible ahora apreciar un paisaje con niñas que quieren ser jugadoras de fútbol.
FIFA 22 y los campeonatos de fútbol reales, los del mundo físico, pueden tener puentes que los unan. El humanismo que le dio la tecnología HyperMotion al videojuego, una jugabilidad cada vez más semejante al deporte mismo, vinculan a una expresión con la otra. Pero estos universos también existen por separado. Instalarse en California para estar más cerca de EA Sports, puede ser una lectura del futuro que hace la FIFA, para un mundo del fútbol que se adivina cada vez más digital en los años por venir.
Follow Me