Chelsea le ganó el máximo torneo de clubes a Manchester City en una final que nos recordó lo entretenidos que son los buenos partidos de fútbol.
El análisis de datos marca que estuvimos ante de una de las actuaciones más flojas del Manchester City en ataque desde que Guardiola dirige a los ciudadanos. Por el otro lado, las modificaciones que introdujo Tuchel en el Chelsea respecto a la gestión de su predecesor, Frank Lampard, parecieron alinearse para funcionar en la parte final del torneo continental.
Repasamos entonces, los datos clave que dejó la final 2021 de la UEFA Champions League.
1.Tiempo de juego por encima de la media
61 minutos y 17 segundos de tiempo efectivo, por encima de la media de Champions League (de las más altas entre los torneos de élite) que se ubica en torno a los 59 minutos, y bastante más alto que los 56:22 que promedió la Premier League en la última temporada.
2. La posesión: repartida en el primer tiempo, del City en el segundo.
Como era de esperarse, fue el Manchester City el que domino la posesión en el partido (60.2% a 39.8%), sin embargo hubo dos momentos claves en el partido donde este indicador contexalizó los mejores momentos de uno y otro equipos:
En el ultimo tramo del primer tiempo (minutos 30 a 45+) fue el Chelsea el que dominó la tenencia 64.4% a 35.6%. Fue en ese intervalo llegó el gol de K. Havertz (42´).
El tramo medio del segundo tiempo (60 a 75), cuando Guardiola movió el banco y reordenó su equipo mandando a Fernandinho por Bernardo Silva y reemplazando al lesionado Kevin De Bruyne por Gabriel Jesús, se dio el momento de mayor dominió del Manchester City: 80.1% a 19.9% la posesión y sólo un 5.9% del tiempo la pelota estuvo en la zona defensiva del City.
3. Manchester CIty: Tenencia sin llegadas
El número frío indica que Chelsea remató ocho veces (dos al arco) mientras que el Manchester City lo hizo en siete oportunidades (una al arco).
El dato contextualizado marca que en 294 partidos con Guardiola al mando del City, los ciudadanos promedian 17.1 remates por partido (diez tiros más que los que hicieron en esta final), y que solamente en ocho encuentros con Pep de DT remataron siete veces o menos. Además, solo en dos partidos no remataron al arco, por lo que lo de la final de Champions es su segundo peor registro en este indicador (recordemos: solo un tiro entre los tres palos vs. Chelsea): con Manchester en la final de la League Cup en 2016 y Liverpool en Anfield por la Premier League 2018.
4. Pocas chances y poco peligrosas para el City
El número de remates puede ser engañoso, tres tiros en los palos llevan más peligro que diez disparos desde fuera del área desviados o bloqeados. Veamos entonces los goles esperados (#xG), el indicador que mide la probabilidad que el un ramate termine en gol.
Manchester City sumó 0.45 xG acumulados, contra 1.35 del Chelsea: pese a que Foden y Stearling sumaron algunas situaciones de peligro para el City, el equipo tuvo su segundo registro más bajo en goles esperados desde que Guardiola lo entrena (Julio de 2016). La única vez que había estado por debajo de los 0.45, fue en un partido ante el Liverpool a finales de 2016 cuando sumo 0.42 xG.
5. Chelsea y las defensas que ganan partidos
En los últimos años las competiciones europeas fueron dominadas por equipos cuyas carácteristicas salientes estaban en la fase ofensiva, en ocasiones incluso acompañadas por arriesgadas propuestas defensivas alineando la miníma cantidad de defensores posibles.
Sin embargo, los cambios más importante que introdujo Thomas Tuchel en Chelsea, al menos desde las estadísticas, tienen que ver con aspectos defensivos: Bajo su mando el Chelsea promedia menos remates recibidos por partido (8.1 contra 9.9 de la gestión Lampard) y menos remates al arco (2.6 contra 3.4), lo que se traduce en que al Chelsea le convierten bastante menos con Tuchel al mando (0.53 goles concedidos por juego contra 0.93).
Un dato que sirve como punto de partida para que los analistas tácticos revisen los cambios introducidos, tanto de nombres (el protagonismo de Marcos Alonso o Azpilicueta) como posicionales (el rearmado de la defensa en línea de tres / cinco).
Por ultimo, pero no menos importante: aunque ante Manchester City no tuvo demasiado trabajo, el arquero del Chelsea Edouard Mendy fue imporante a lo largo de toda la Champions League atajando 31 de los 34 remates que tuvo que enfrentar, lo que equivale a un 91.4% de efectividad, el más alto entre los goleros que disputaron cinco o más partidso. Una más para terminar de valorar la gesta de Mendy: el segundo en este indicador es Manuel Neuer (Bayern Munich) con 81.4%
6. Las disputas de N’Golo Kante
Si hubiera ganado el Manchester City asistiriamos al debate sobre el fin de los mediocampistas defensivos; en cambio, como fue el Chelsea el que se llevó la orejona, lo que tenemos es la reinvindicación del puesto en general y de Kanté en particular. De paso nos ahorramos un debate que no tenía mucho sentido en tanto equipos con volantes con diferentes funciones han tenido éxito en los últimos años.
Lo de Kanté es cosa seria: el mediocampista protagonizó una hazaña como el título de la Premier League del Leicester en 2016, fue una pieza clave en la Francia campeona del mundo y ahora se consagra como una de las figuras del Chelsea campeón de Champions League.
En la final, Kante fue el tercer futbolista que más disputas por el balón protagonizó y que mas ganó porcentualmente (73.3%), lo que no es un detalle menor ya que en general a mayor cantidad de duelos la tendencia tiende a equilibrar los disputas ganadas y perdidas. Además, fue el futbolista que más pelotas recuperó (10), y solo erró cinco de los 34 pases que intentó.
7. Los pases de Marcel Mount
El complemento de los goles esperados (xG), o al menos uno de ellos, son las asistencias esperadas (xA). Una métrica analoga que indica la probabilidad de que determinado pase pueda convertirse en una asistencia (pase-gol).
Ayer fue Marcel Mount quien lideró este indicador, con tres pases clave incluyendo la asistencia en el gol de Havertz (0.23 su valor de xA). Chelsea creó un total de nueve chances (contra cinco del Manchester City) y Mount estuvo involucrado en las tres de mayor peligro.
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