El 2 de abril de 2020 Penske Media, editora de la icónica revista Rolling Stone, anunció el lanzamiento de Sportico, una plataforma digital enfocada exclusivamente en el costado comercial del deporte. Rolling Stone llegó al quiosco de revistas en noviembre de 1967 con un propósito bien definido: ser la primera versión de una historia que hablaba del cambio cultural del mundo. Penske compró la totalidad del paquete accionario de Rolling Stone en 2019; con la salida de Sportico se propuso lo mismo que su publicación hermana en sus orígenes: registrar un fenómeno creciente. En este caso el de los negocios deportivos. Un sector que mueve 500 mil millones de dólares anuales según la estimación hecha por la publicación.. Podemos conceder que Rolling Stone no lo hacía por el dinero, sino por el humo dulce de los sueños de paz y amor de una generación.
Sportico inició su tarea y lleva la contabilidad sobre cuántas compañías de capitales de riesgo se crearon en Estados Unidos en el último año, con el propósito de hacer inversiones de “cheque en blanco” en la industria del deporte: más de doscientas. Son las llamadas SPAC (Special Purpose Acquisition Company), compañías que levantan capital para una compra específica y se hacen públicas al cotizar en bolsa.
La participación de Billy Beane, el creador del concepto Moneyball dentro del béisbol, en RedBall, una SPAC que levantó de entrada 500 millones de dólares para encontrar buenos negocios deportivos ligados a los datos, fue la señal de confianza que otros inversores necesitaban para comprender que el asunto iba en serio y empezar a firmar sus propios cheques en blanco. RedBall estuvo a punto de hacerse del 25 por ciento del paquete accionario de Liverpool FC. No cerraron, pero el club que pertenece al Fenway Sports Group todavía busca un inversor para una propiedad valuada en 8.000 millones de dólares.
2020 fue un año prolífico en la creación de este tipo de compañías. En verticales de deportes, medios y entretenimientos, este es el detalle relevado por Sportico:
.247 compañías lanzadas con ofertas públicas iniciales (IPO), aunque no todas con compras de activos definidas.
.300 SPAC se registran en total en Estados Unidos.
.80 mil millones de dólares es el capital acumulado para estas adquisiciones.
Si alguien quiere entender mejor el proceso sobre cómo se constituye una SPAC este gráfico en inglés, cortesía de la plataforma inteligente de análisis de mercados CB Insights, lo explica con claridad:
La lluvia de inversiones en el deporte es captada actualmente por todos los radares. En forma de SPAC o como Private Equity, lo cierto es que los especialistas en finanzas coinciden en que este es un momento de abundante liquidez de dinero en los mercados y el deporte ofrece atractivos verticales para inversiones millonarias. Mientras por “abajo” muchos van y vienen con sus estrategias para monetizar al fan, por “arriba” los inversores que de verdad la tienen bajo su suela, analizan comprar porciones de franquicias de NBA, derechos de televisión, compañías tecnológicas de datos y reciben esos cheques en blanco para detectar una oportunidad.
Mientras por “abajo” muchos van y vienen con sus estrategias para monetizar al fan, por “arriba” los inversores que de verdad la tienen bajo su suela, analizan comprar porciones de franquicias de NBA, derechos de televisión, compañías tecnológicas de datos y reciben esos cheques en blanco para detectar una oportunidad.
Uno de los casos más resonantes fue la fusión de Genius Sports con dMY Technology Group en una operación estimada en 1.500 millones de dólares. Esa unión derivó en una liquidez de 150 millones de dólares para la compañía británica de tecnología y datos que hemos reflejado en su momento en nuestro sitio.
El fútbol global experimenta una curva ascendente. Reportes del CIES muestran que 23 clubes de la primera y segunda división del fútbol de Inglaterra, España, Francia e Italia pertenecen a fondos norteamericanos. El 74 por ciento de las inversiones se hizo a partir de 2015. Ese año no fue cualquier año: comenzó la temporada de caza de directivos y ejecutivos por el Fifagate, que tuvo su kilómetro cero en el uso de cuentas bancarias en Estados Unidos y por eso el FBI se puso al frente de la operación. Tal vez una cosa tenga que ver con la otra, no lo sabemos. Mientras tanto, en este gráfico se aprecia como hubo un freno de las inversiones chinas y asiáticas y un avance de los capitales norteamericanos con más fuerza desde 2016:
También registrado por CIES, acá vemos el panorama en las ligas de CONMEBOL donde se aprecia un crecimiento notable de las llamadas Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en Uruguay; y cómo esa forma jurídica es mayoría en Colombia y Chile y provoca un rechazo histórico y cultural en la Argentina
¿Por qué se da este fenómeno creciente en estos momentos? Según algunos expertos en inversiones no se trata simplemente de meras inyecciones económicas que reciben clubes, organizaciones y otros stakeholders de la industria del deporte. Son participaciones que llevan a los negocios deportivos a otro nivel. “Cuando los private equity ingresan a un determinado tipo de negocio, lo hacen con una visión holística de esa industria. No se trata de sumarse a un ecosistema, sino de tratar de cambiarlo, de influir en él. Llegan con contactos propios, nuevas ideas, actualmente con una mirada centrada en la tecnología y en los datos y con la intención de ganar nuevos mercados. En la jerga se lo denomina smart money: dinero inteligente que invierte en una industria para transformarla”, me cuenta Alejandro Waldman, socio fundador de Finkwald, empresa de private equity con foco en activos reales de tecnología, música, crypto y deportes.
La situación coincide con otra tendencia clave en la industria del deporte: la intención de los clubes y las organizaciones en ser globales. Las instituciones, sobre todo las más poderosas, piensan en el mercado mundial y no solamente en su vecindad. La expansión se cruza con un momento de emisión monetaria de muchos países, fuertes pérdidas económicas en el deporte por la pandemia y las oportunidades de negocios que ven los grandes inversores en este sector.
Las noticias sobre capitales que arriban al deporte se suceden a diario y con nombre propio. El fondo CVC Capital sacudió los portales informativos cuando se mostró interesado en comprar el 15 por ciento de San Antonio Spurs (franquicia valuada en 1.300 millones de dólares), ni bien la NBA relajó su normativa regulatoria hacia los capitales de riesgo. CVC también le pagó 300 millones de dólares a la FIVB para armar una estructura llamada “Volleyball World” y explotar todo tipo de activos que surjan de las competencias oficiales en el voley internacional. El CEO de Volleyball World será Finn Taylor, ex jefe de expansión global del Cirque du Soleil mientras que otro miembro del board será Simon Denyer, fundador y ex CEO de DAZN Group. Los verticales deportivos, aún cuando contienen los viejos campeonatos mundiales y torneos preolímpicos como activos, se transforman en nuevas unidades de negocios del entretenimiento.
Los verticales deportivos, aún cuando contienen los viejos campeonatos mundiales y torneos preolímpicos como activos, se transforman en nuevas unidades de negocios del entretenimiento.
En noviembre pasado, CVC y Advent International pagaron 1.700 millones de euros para quedarse con el 10 por ciento de los derechos de transmisión de la Serie A del fútbol italiano. CVC Capital también está en conversaciones con La Liga para adquirir el 60 por ciento de La Liga Tech, la unidad de negocios de analytics y tecnología de la nave madre del fútbol español. Participaciones como las de CVC Capital florecen en diferentes mercados y en diferentes deportes en este mismo instante.
(No es que seamos fieles seguidores de todo lo que haga CVC Capital, pero nos parece un excelente caso para entender cómo los fondos diversifican sus intereses y negocios dentro del deporte.)
“Hay dos asuntos que se ligan en este tipo de inversiones. En primer lugar, el interés por la industria del deporte y todo lo que contiene, particularmente en esta época donde ´drivers´ como la inteligencia artificial y los algoritmos también impactan en este sector. Hay una garantía de base que tiene un inversor: el deporte como modo de entretenimiento de las sociedades, que si queremos se remonta a la época del Coliseo romano con los gladiadores. Tal vez el día de mañana veamos campeonatos de fútbol jugados por robots y no por humanos y la gente los mirará igual”, me cuenta Waldman, mientras relaciono esta situación al anuncio que hizo AC Milan de constituirse como una compañía de medios y lanzar sus propios estudios, tal como hizo Barcelona en su momento.
Pero todavía nos falta el otro vector que nos explique por qué las lluvias de inversiones caen sobre tantos techos a la vez. O sobre algunos en especial.
“El otro aspecto es lo que las SPAC ofrecen como posibilidad de inversión en este momento de extrema liquidez: en el peor de los casos, el inversor perderá el costo de oportunidad más los gastos operativos. Una SPAC se puede armar con mayor velocidad que un Private Equity y también tiene más transparencia en sus procesos. Se duplicaron la creación de SPAC en 2020 con relación a 2019 y el 61 por ciento del capital levantado fue para inversiones centradas en el deporte. Otro dato relevante es que con esta modalidad, por sus regulaciones, son inversiones que íntegramente quedan en Estados Unidos”, me dice Waldman antes de volver a sus asuntos.
Se duplicaron la creación de SPAC en 2020 y el 61 por ciento del capital levantado fue para inversiones centradas en el deporte
A punto de cerrar la sesión de Meet, deja una advertencia final: “Todavía no tenemos el tracking definitivo de qué pasará con estas compañías. Pero el momento refleja que hay mucho dinero disponible para los mercados y nuevas formas de inversión. El caso de GameStop es paradigmático: no dejan de ser fanáticos que pudieron articular sus inversiones personales y participar en la toma de decisiones de una compañía con la que se identificaban. El deporte que viene es así”.
Hay mucho, muchísimo dinero actualmente en la industria del deporte. Pero no para todos. El mundo a veces entrega las noticias de siempre.
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