Julián Alvarez, de River Plate al Manchester City, representa un movimiento con varios significados a la vez que podemos resumir en el talento del jugador, scouting de alta gama y el Brexit como paisaje de fondo para esta operación. Confirma cierta garantía que tiene el fútbol argentino, especialmente clubes como River y Boca, sobre la formación de calidad de sus jugadores. Devuelve una sensación que el histórico imaginario argentino considera frecuente, aunque no lo sea, que es el traspaso directo de un futbolista de un grande de la Argentina a otro club grande del Big 5 de Europa. Lautaro Martinez, de Racing Club al Inter de Milan, fue la última transferencia que dejó ese aroma a vieja costumbre, esa creencia de que el fútbol argentino “no para de venderle a los grandes del mundo” desde hace décadas.
Las diferentes camadas de selecciones juveniles bajo la conducción de José Pekerman, a finales del siglo pasado, fueron una plataforma de lanzamiento hacia los principales destinos europeos. Que River, veinte años después, transfiera un futbolista al Manchester City no se debe analizar únicamente por el resultado económico de la operación: es una transferencia que da prestigio. Envuelve al fútbol argentino doméstico en una atmósfera de importancia para un medio que, cuando habla de su liga, el término “mediocre” se menciona cuatro de cada cinco veces.
Las condiciones de Julián Alvarez como futbolista, sus números y el contexto en el que se produce esta transferencia, quedan muy bien expresadas en este informe que Matías Conde hizo para The Analyst. Alvarez firma con Manchester City en una transferencia de 14 millones de libras y con un contrato por 5 años y medio. El futbolista se quedaría en River hasta finales de diciembre. La posibilidad cierta de que salga de River en julio representaría un ingreso extra para River de 1,5 millones de euros. Manchester City elige dejar a Julián Alvarez hasta último momento bajo el cuidado y la guía de Marcelo Gallardo. Saben de su capacidad como entrenador y entienden que recibirán a un mejor futbolista cuando llegue el momento.
Julián Alvarez al Manchester City, así, directo, sin escalas, también es producto del Brexit.
La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea cambió el escenario del fútbol inglés en función de los permisos laborales y las contrataciones de jugadores. Desde el 1 de enero de 2021, el Reino Unido, el principal mercado importador de futbolistas, ingresó en una nueva etapa de restricciones para la contratación de talento extranjero. El nuevo tablero es una consecuencia de las modificaciones de las leyes que impactan en el mercado de transferencias y que trae oportunidades para un fútbol exportador como el de los países de CONMEBOL y perjuicios para otros mercados que alimentaban con fluidez al fútbol inglés como pueden ser, por ejemplo, los clubes de la segunda división de Francia.
Football Association, junto con Premier League y English Football League elaboró un proyecto denominado Football’s Governing Body Endorsement (GBE) que fue aprobado por las autoridades británicas. Esta normativa apuntó a determinar cuales son los jugadores que califican para obtener el permiso laboral necesario para la contratación La nueva normativa se puede resumir en los siguientes puntos:
- Los clubes ingleses no pueden contratar a jugadores menores de 18 años.
- Los clubes no pueden contratar más de 3 jugadores extranjeros menores de 21 años por temporada.
- Los clubes no pueden contratar más de seis jugadores extranjeros por temporada.
- Los futbolistas deben alcanzar un mínimo de 15 puntos según una serie de criterios que surgen de la combinación del nivel de la liga que proviene el futbolista, cantidad de minutos jugados, participación continental e internacional.
- Los futbolistas que consigan los 15 puntos automáticamente reciben el permiso laboral.
Julián Alvarez en enero de 2021, cuando entraron en vigencia los nuevos reglamentos adecuados al Brexit, ya era un futbolista elegible para Premier League con 21 años de edad, menos de 50 partidos en Primera División y presencia en la Selección Argentina Sub-20. Si son necesarios 15 puntos para conseguir el permiso de trabajo requerido por las autoridades, Julian Alvarez, un año después del cambio de reglamento, tiene margen de sobra para superar esa vara: es elegible con 44 puntos. Casi tres “GBE” para un solo futbolista.
La mirada acostumbrada en el fútbol entiende que un jugador captura la atención de los clubes compradores cuando “explota”. Para los clubes, ese momento, es el de la confirmación de sus presunciones y no del descubrimiento. Fernando Hidalgo, representante de Alvarez, en una entrevista con TyC Sports, reveló con precisión el modo en el que Manchester City dio con el futbolista de River. Ante la pregunta del periodista Andrés Burgo sobre cómo dio Manchester City con la existencia de Álvarez, Hidalgo despejó la incógnita: “Clubes como el Manchester City ya conocen a los jugadores desde juveniles. Y si ya juegan en primera los conocen mucho más. Mucho antes de cerrarse este acuerdo, fui a hablar con el Niza y llevé 39 compactos de videos de Julián. Manchester City con todos los softwares que usa ya sabe todo de los jugadores y hasta tienen la valuación estudiada. Y más si son brasileños”.
Basado en Londres, Ricardo Larrandart, consultor internacional en negocios del fútbol y reclutamiento de futbolistas, confirma esta idea. “Ningún jugador de la Argentina y de otros mercados de la región están fuera del radar de los equipos de la Premier League. Hace poco hablé con un club sobre un futbolista argentino, que no es de ninguno de los clubes grandes, y sabían todo de él. Un club de Premier League no es de los principales tiene todos los datos de un futbolista argentino, que es un gran proyecto, pero que tampoco juega en uno de los grandes”.
No sería de extrañar que Manchester City tuviera tantos o más datos de Julián Alvarez que el propio River. Actualmente con un software como Skillcorner se pueden tener métricas físicas y técnicas de los futbolistas con solo acceder a un feed de transmisión televisiva. Como si fueran esos 39 videos editados por Hidalgo para mostrarle al Niza, pero cruzados con datos de rendimiento de intensidad, distancias recorridas y habilidades futbolísticas individuales y contextualizadas con el resto del equipo, según cada partido.
Pero Manchester City tiene, sobre todo, una de las estructuras de scouting y reclutamiento de futbolistas más grandes del mundo. La propiedad de una decena de clubes y la alianza con clubes asociados al City Football Group le pueden dar una ventaja a la hora de contar con ojos repartidos por casi todo el planeta. De hecho en los próximos días, Montevideo City Torque comienza sus “camp” para que los niños se entrenen como los ídolos del City. Es como pisar una embajada: estar en el Torque es pisar territorio del Manchester City. Aún sin eso, Manchester City tiene su propia capacidad operativa de scouters y ojeadores full-time y part-time para la captación de talento.
Hoy no hay scouting sin datos. Y los clubes grandes cada vez desarrollan más sus estructuras internas para hacer que los datos estén en línea con sus búsquedas. Liverpool y Manchester City son dos clubes que animan su propia carrera armamentista para el desarrollo de sus áreas de tecnología y datos en todos los niveles de necesidades del club. La prioridad número uno es la de conocer al detalle el talento a punto de explotar en los diferentes mercados.
Manchester City siempre tuvo a la tecnología como un vector para su masterplan. Sobre finales de 2020 hizo un concurso abierto con Google con la premisa de que los científicos de datos crearan bots que intervengan en situaciones reales de partido para resolver situaciones complejas. Había 6.000 dólares de premio para el ganador.
Hace un año contrató a Laurie Shaw para darle más consistencia a su área de inteligencia artificial y datos. Para saber más de Shaw, así se presenta en su perfil de Linkedin:
Soy un científico de datos y físico experimentado. Tengo un doctorado en astrofísica computacional de la Universidad de Cambridge. Desarrollé sistemas comerciales para un fondo de cobertura de $30 mil millones y trabajé como asesor de políticas para el gobierno británico. Actualmente trabajo en la Universidad de Harvard, donde dirijo el trabajo sobre las aplicaciones de datos espacio-temporales (seguimiento) en deportes de equipo. También escribo un blog, EightyFivePoints, que aplica la ciencia de datos al análisis del fútbol.
Laurie Shaw está en el City desde febrero de 2021 para liderar la ciencia de datos del club. Cuando los medios deportivos contaron la noticia, no pudieron evitar la trivialización del asunto y se quedaron con la parte de la astrofísica. Shaw es más futbolero que los muchachos de la mesa del café que dicen que el fútbol es siempre el mismo y ya está todo inventado. Además de minimizar el asunto, los medios informaron mal cuando describieron su perfil. Convertir a un científico de datos con demostrados conocimientos de fútbol en un personaje excéntrico, más conectado con los planetas que con el césped, es un modo de ninguneo. El blog de Laurie Shaw está desactualizado, pero nos permite conocer todo lo que sabe de fútbol.
Victor Orta, director deportivo del Leeds, estima que un club con Manchester City invierte entre tres y cuatro millones de euros por año en su área de datos, mientras que el Leeds cuenta con un presupuesto de 300 mil euros. Leeds es otro de los clubes que organiza su estructura de datos “in house” para adaptarlas al estilo de juego que luego definen la búsqueda de los jugadores. Estos clubes tienen toda la información “dura” que haya disponible de un futbolista cuando los agentes traspasan la puerta de la oficina.
Manchester City sabía de Julián Alvarez mucho antes de que todos descubramos que Manchester City buscaba a Julián Alvarez. A pesar de haber hecho un negocio de plusvalía con Ferrán Torres, transferido al Barcelona por 55 millones de libras luego de haber jugado solo 4 partidos en Premier League y un partido en Champions, Manchester City no tiene el perfil de club que “compra para vender”. Julian Alvarez es un futbolista que el City quiere potenciar y tener entre sus filas. “Una bala en la recámara”, dicen fuentes inobjetables del club, porque están seguros que en el próximo verano europeo Manchester City seguirá insistiendo por Harry Kane o Erling Haaland.
“Es una compra muy inteligente para el club y que permite varias lecturas: en el peor escenario, si el jugador no funcionara, la inversión para el club no es elevada. 14 millones de libras por Julian Alvarez es una cifra que puede mitigar que el jugador no haya rendido. O podría ser un caso de plusvalía semejante al de Ferrán Torres. Pero definitivamente el City quiere a Julian Alvarez para su proyecto: un contrato de más de 5 años nos dice eso”, concluye Larrandart.
El talento del jugador fue la condición indispensable para que esta transferencia sea posible. Combinada con la formación que ofrece un club como River Plate para incubar un proyecto de futbolista. El conocimiento de Marcelo Gallardo para que rinda en al menos tres posiciones de ataque. El scouting de alta gama y el uso de los datos del Manchester City. Las condiciones favorables para una nueva era en las transferencias hacia Gran Bretaña a partir del Brexit.
Todo esto late detrás de la llegada de Julian Alvarez al Manchester City. Y la historia todavía no comenzó.
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