El día del niño de 1994, apenas unos meses después del final del mundial de Estados Unidos, me regalaron el FIFA International Soccer, un juego para Sega Genesis (Mega en el clon pirata que se usaba en Argentina). Recuerdo exactamente que mi viejo, que se había colgado jugando la noche anterior, me dijo “Salvo los nombres es todo real, Brasil es un equipazo y los de Hong Kong no pueden parar la pelota”
El FIFA de EA Sports, fue el primer juego con pretensiones de realismo que se popularizo en las consolas y en las computadoras hogareñas: a mediados de los 90s era una absoluta novedad que los equipos tuvieran características propias y que no fueran todos iguales con distintas camisetas. Además, había un head to head previo que simulaba una transmisión y los jugadores tenían, aunque ficticios, nombres propios.
En la primera edición de FIFA, solo se podían elegir selecciones y los nombres de los futbolistas eran los de los desarrolladores de EA: Brian Plank, un programador canadiense ponía sus credenciales al nueve de la selección alemana, Janco Tianno la figura de Brasil, era una adaptación de Jan Tian, un programador de origen chino que fue clave en las primeras ediciones del juego y que incluso terminó hospitalizado por un burnout laboral.
En resumen, las características de la primera edición del clásico de EA fueron la pretensión de realismo, la posibilidad de elegir selecciones y la presencia de jugadores con nombres ficticios, todo esto con el sello FIFA como marca en una época que el naming distaba de ser esencial. El matrimonio duró casi 30 años.
Estamos en el Club
El anuncio oficial de que la relación EA y FIFA llegaba a su fin, se dio a comienzos de esta semana, cuando Electronic Arts invadió las redes sociales de sus principales clubes-partners con el slogan “We`re in the club” (Estamos en el club).
De esta manera, se confirma un secreto a voces que se venía venir desde octubre cuando la propia compañía sacó un comunicado avisando lo que podía ocurrir, reforzado en febrero por las palabras sin casette de Andrew Wilson, CEO de EA, que declaró que FIFA eran “cuatro letras en una caja” y que era la entidad madre del fútbol internacional quien necesitaba de ellos y no a la inversa como años atrás.
La jugada de EA parece estar muy bien estudiada, e incluye, además del anuncio a través de las redes sociales de varios de los clubes más importantes del mundo, el detalle no menor del contrato firmado con FIFPro en octubre de 2021 que le asegura tener los nombres reales de los jugadores en las próximas ediciones de su simulador, más allá de los convenios con federaciones o clubes que termine cerrando. Otro detalle cuidado por EA, fue el de mantener el acuerdo hasta que se jueguen las ediciones masculinas y femeninas de la Copa del Mundo, quedándose con el gran asset de la marca FIFA por un último ciclo, aunque, como veremos más adelante, no de forma exclusiva.
De esta manera, EA cierra la etapa yendo de un lado al otro: pasa del juego original basado en selecciones y con nombre ficticios de los jugadores, a una nueva etapa con futbolistas licenciados y apoyado mayormente en los acuerdos con clubes.
“Todo lo que amas de nuestros juegos será parte de EA SPORTS FC – las mismas grandes experiencias, modos, ligas, torneos, clubes y deportistas estarán ahí. Ultimate Team, Modo Carrera, Clubes Pro y Fútbol VOLTA estarán todos ahí.”
Los detalles del comunicado de EA son elocuentes, avisa que no va a perder ninguna de sus carácteristcas, empezando por Ultimate Team la base de ingresos del juego a partir de las microtrasacciones. Además, mantiene dos modalidades favoritas de los streamers: el resurgido modo carrera y el clásico Clubes Pro, que esta en su apogeo de popularidad con el equipo all-star Porcinos FC que incluye a Ibai Llanos, DjMario y otros creadores de contenido de enormes audiencias cuya repercusión supera en espacio y cobertura a la de varios equipos de primera división de La Liga y otras competencias reales.
La respuesta de FIFA
El propio Gianni Infantino se encargó de firmar el comunicado oficial con la respuesta de la entidad a EA, dando su propia versión de los hechos: FIFA no quiere cerrarse a un solo desarrollador y propone un nuevo modelo de licencias, aún dejando que EA se encargue en la categoría simulador por un año más.
“Esta ampliación de la licencia con EA SPORTS supone un nuevo acuerdo que solo cede los derechos para la categoría de simuladores, de manera que se liberan otros derechos de videojuegos para que la FIFA y distintos editores desarrollen nuevos juegos y experiencias más envolventes para la afición y las partes interesadas en el fútbol.
El nuevo modelo de licencias, no exclusivo, nace de un largo periodo de conversaciones sobre el futuro de la FIFA y los videojuegos. Tal como se anunció en octubre de 2021, la FIFA desea trabajar con distintos socios, en vez de conceder todos los derechos de videojuegos y deportes electrónicos exclusivamente a un editor a largo plazo.
Además de presentar la nueva cartera de videojuegos en 2022 y 2023, la FIFA está colaborando con grandes empresas del sector, compañías de medios e inversores para desarrollar un gran simulador de fútbol de la FIFA en 2024.”
El comunicado aclara también que este nuevo modelo de videojuegos de la FIFA se ha desarrollado en paralelo con FIFA+, la plataforma de contenidos que la entidad lanzó recientemente ¿Tendremos en FIFA+ un Steam más que un Netflix con múltiples juegos de fútbol? ¿Habrá lugar en este escenario para juegos basados en momentos históricos como mundiales pasados y héroes de otros tiempos? ¿Proyecta FIFA versiones más arcade con su marca además de los simuladores realistas de fútbol?
De alguna forma la entidad deberá cubrir el vació que deja en su presupuesto la perdida del pago por licencia de EA Sports, que en el fondo es la que habría originado el final de la relación con la desarrolladora canadiense.
Un artículo de Forbes publicado en octubre del año pasado, sugería que FIFA había pedido cerca de 1 billón de dólares para renovar la licencia por exclusividad con EA Sports, el doble de lo que había pagado la empresa en la renovación anterior. La suma puede sonar impactante, pero recordemos que, por ejemplo, solo por ventas del juego entre abril de 2020 y marzo de 2021, ingresaron 1.6 billones de dólares a la compañía. Insistimos, a esto hay que agregarle ingresos por Ultimate Team, que se ubicaron en torno a otros 1.6 billones de dólares por año (contabilizando todos sus simuladores deportivos), y cuyo rendimiento viene creciendo sostenidamente desde 2015.
EA además, tiene a su favor que ya ha estado en situaciones similares en cuanto a negociaciones con entidades deportivas, en su momento perdió la licencia de la muy popular NCAA de fútbol americano colegial, y la suplió recientemente acordando con la Collegiate Licensing Company para obtener los nombres reales, los estadios y otros elementos del mundo real. Al juego lo renombró simplemente «EA Sports College Football».
Este antecedente señala la posibilidad de que EA avance en acuerdos con CONMEBOL y UEFA y eso traiga otro dolor de cabeza a la FIFA cuya relación, especialmente con la federación europea, ha tenido desencuentros en los últimos años.
En definitiva, la industria no espera que este sea un gran golpe para EA, que tiene la espalda para sortear situaciones de este tipo y ya parece haber tomado todos los recaudos necesarios.
Es una incógnita, en cambio, saber cuál será los próximos movimientos de FIFA, que sin duda se encuentra ante la chance de poner condiciones y desarrollar un producto que extreme sus ganancias en la industria del gaming.
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